Liderazgo transaccional: qué es, tipos y ejemplos

El liderazgo es una de las cualidades principales que se buscan en el ámbito empresarial en la gestión y dirección de equipos. Hablamos de la capacidad que tiene una persona para influir y saber gestionar distintas situaciones, así como también para motivar y guiar a otros individuos a completar las metas establecidas y a obtener ciertos logros. 

En la actualidad, existen numerosos tipos de liderazgos, cada uno de ellos con sus propias características, pero en este artículo queremos hablarte del liderazgo transaccional. A diferencia de lo que sucede con el liderazgo carismático, el liderazgo democrático o el liderazgo autocrático, nos encontramos ante un tipo de liderazgo en el cual el objetivo principal es el de establecer tareas para obtener resultados. 

Si nunca antes has oído hablar de qué es el liderazgo transaccional, queremos contarte a continuación sus ventajas y desventajas. No solo eso, sino que también existen distintos tipos de liderazgo transaccional que pueden resultar interesantes, por lo que también te dejamos algunos ejemplos de líderes transaccionales para que puedas comprender al detalle este tipo de liderazgo. 

Definición de liderazgo transaccional

Como bien hemos mencionado, el liderazgo transaccional es un tipo de liderazgo que se utiliza en la actualidad en diversos ámbitos empresariales. Una de sus funciones principales es la de buscar la motivación de sus seguidores y la inspiración mediante el cumplimiento de distintas metas y tareas fielmente especificadas. Lo que diferencia a este método de otros tipos de liderazgo es precisamente el hecho de que aquí el líder se encarga de marcar unas expectativas claras para las cuales existían recompensas y consecuencias, en el caso de que se cumplan o no respectivamente.

El enfoque de este liderazgo ofrece numerosas ventajas y desventajas y, por ello, es importante siempre analizar bien el entorno empresarial para comprender si este tipo de liderazgo transaccional se ajusta a las necesidades. Como el nombre bien nos indica aquí, el liderazgo transaccional utiliza simplemente el hecho de una transacción o de un intercambio para llevar a cabo los objetivos. Por ello, el líder siempre premiará a aquellos trabajadores que realicen sus tareas con eficiencia y, por el contrario, castigará en cierta manera a aquellos que incumplan con las indicaciones.

Es por todos estos motivos que en los entornos en los que se utiliza un liderazgo transaccional es el líder el cual dicta el estatus quo. De la misma forma, este individuo también evalúa constantemente el trabajo de los subordinados y se encarga de mantenerlos con la mente fija en los objetivos. El liderazgo transaccional no se recomienda para entornos de emprendimiento ni tampoco aquellos en los cuales el trabajo requiere de creatividad, puesto que hablamos de un tipo de liderazgo más rígido y tradicional. 

Por este motivo, un líder transaccional nunca va a impulsar un cambio ni una innovación, sino que más bien buscará simplemente el cumplimiento de unos objetivos marcados a corto plazo. Este es más bien un estilo gerencial que se asocia con el puesto de directivo y que tiene un estilo vendedor. El liderazgo traslacional se centra en unos protocolos y en unas reglas establecidas y, por ello, no ofrece demasiado lugar para el cambio o la implantación de procesos creativos.

Ventajas y desventajas

Por todas las características del liderazgo transaccional que acabamos de mencionar, podemos también plantearnos la duda de en qué entornos es más adecuado el liderazgo transaccional o cuáles son los beneficios que aportan. Al final, como bien hemos mencionado, existe un tipo de liderazgo ideal para cada tipo de empresa y, sobre todo, para las necesidades subjetivas que quieran cumplirse.

De esta forma, las ventajas de líderes con transaccional:

  • Una de las más importantes es que este tipo de liderazgo transaccional, como bien hemos mencionado, ofrece una estructura muy clara. Para ello, una de las prioridades es la de establecer expectativas y objetivos mediante una estructura sólida en este entorno laboral. Aquí todo el mundo tiene claro cuál es su función y que se espera de ellos.
  • La eficiencia y el rendimiento suele ser también uno de los objetivos principales que busca este tipo de liderazgo. Además, mediante el modelo de recompensas y sanciones es fácil asegurarse de que los empleados se mantienen motivados.
  • Esta forma de liderazgo además es una de las más adecuadas para aquellos entornos en los cuales se quiera o necesite evaluar y medir constantemente el desempeño de cada uno de los trabajadores. En este método existen normas métricas y un conocimiento constante de quién hace qué y cuánto empeño le pone a su trabajo.
  • De la misma manera, ya hemos comentado que la base de este tipo de liderazgo transaccional se basa en el cumplimiento de objetivos. Los líderes transaccionales tienen un papel muy claro, y es el de garantizar el cumplimiento de las tareas conforme a los protocolos y a los tiempos marcados.

Por otro lado, si atendemos a cuáles son las desventajas del liderazgo transaccional en la empresa, hablamos de lo siguiente:

  • Ya hemos mencionado que este tipo de liderazgo es bastante más rígido que otros y, por lo tanto, no es demasiado flexible en las situaciones en las que existe duda, incertidumbre, cambio o adaptación.
  • Otro de los puntos menos favorables de este tipo de liderazgo es que limita mucho la creatividad. Al basarse tan intrínsecamente en el cumplimiento de normas y reglas previamente establecidas a los procedimientos que da restringidos y, por lo tanto, los empleados no tienen mucho espacio para ser creativos e innovadores.
  • El sistema de recompensas en muchos casos puede no componer la motivación suficiente para que los trabajadores cumplan sus objetivos. Esto se debe a que muchas de las recompensas son externas y hacen referencia a aumentos de salario, promociones o pagas extra, por lo que no siempre servirán para motivar a los trabajadores en el cumplimiento de objetivos en el día a día.
  • Por otro lado, siempre dependerá de la actitud de los trabajadores, este tipo de modelo de beneficios y sanciones puede llevar también a los empleados a seguir las normas con demasiada rectitud poner en riesgo la ética de la empresa únicamente por la necesidad de obtener dichas recompensas. 

Tipos de liderazgo transaccional

Como bien hemos comentado, el liderazgo transaccional se basa sobre todo en esta metodología de cumplimiento de objetivos a través de ciertas recompensas o castigos. Precisamente por esta tipología tan estricta en el funcionamiento empresarial que utiliza el liderazgo transaccional resulta importantísimo que lo combinemos también con actividades de índole opuesta.

Lo que queremos decir con esto es que si tu empresa tiene un enfoque de liderazgo transaccional puedes beneficiarte mucho de actividades de team building y de team bonding como las que ofrecen en viviendodelcuento.net. Aquí hallarás numerosas experiencias que te servirán para potenciar, mejorar y fortalecer a los equipos humanos. Al final, cualquier tipo de liderazgo va a necesitar de un equipo unido para lograr los objetivos empresariales.

Si atendemos a los tipos de liderazgo transaccionales que podemos encontrar, existen asimismo diferentes enfoques que los líderes pueden escoger aplicar. Para ello, siempre se tendrá que tener en cuenta el entorno, las circunstancias y las necesidades de dicho equipo y de la empresa. Sin embargo, algunos de los ejemplos más comunes comprenden los que mencionamos a continuación:

  • Excepción activa y pasiva. Uno de los enfoques más habituales es el de llevar a cabo distintas correcciones cuando el desempeño de los trabajadores no cumple con las expectativas. Este enfoque activo lleva al líder a intervenir antes de que puedan agravarse los problemas. Por otro lado, cuando se busca un enfoque por excepción pasiva, los líderes únicamente intervendrán después de que los resultados hayan quedado por debajo de las expectativas.
  • Contingencias positivas y negativas. Como bien hemos comentado, dentro de los liderazgos transaccionales existe la opción de ofrecer recompensas a los trabajadores que tengan un buen desempeño y, de la misma forma, sanciones a aquellos que no muestran el comportamiento deseado. En algunos casos, coexisten ambas, mientras que en otros únicamente se aplicará una u otra.
  • Enfoque pragmático. Aquí el objetivo principal siempre va a ser la eficiencia en la obtención de objetivos. De forma similar a la excepción activa, aquí los líderes constantemente ajustarán los procedimientos para enfocar a los trabajadores hacia el éxito. 

Ejemplos de líderes transaccionales

Una vez que ya hemos entendido en detalle qué es el liderazgo transaccional, los tipos y cómo funciona, una de la mejor forma de finalizar el artículo es ofreciéndote algunas de las personalidades más arrasadoras que han utilizado el liderazgo transaccional en sus empresas. Por ello, los mejores ejemplos de líderes transaccionales son los siguientes:

  • Bill Gates. Uno de los hombres más ricos del mundo y el fundador de Microsoft, Bill Gates siempre ha ejercido un liderazgo transaccional en la mayoría de etapas de su carrera como empresario. Para él, los objetivos son lo más importante, y por ello existe siempre una tabla con recompensas para cada uno de los proyectos que lidera.
  • Winston Churchill.  El primer ministro del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial también enfocó su liderazgo desde un punto de vista transaccional. Para motivar a sus ciudadanos, compatriotas y ejército siempre ofrecía tanto premios como castigos con los que buscaba unir a su pueblo.
  • Akio Toyoda. El presidente de la compañía Toyota, una de las empresas de automóviles más grandes del mundo, es además el bisnieto del fundador. Bajo su liderazgo transaccional se han llevado a cabo muchísimos cambios en la cultura corporativa de esta empresa, y todo gracias a las estrategias transaccionales y a los objetivos tan claros que este líder ha implementado mediante recompensas.