¿Cómo demostrar una baja laboral falsa por depresión?

Las bajas laborales son muy habituales y se dan cuando el trabajador se ve incapacitado para realizar sus funciones laborales dentro de una empresa y, por lo tanto, cuando cierta incapacidad por enfermedades, accidentes u otros motivos le permiten tomarse un tiempo de descanso que se conoce como incapacidad laboral transitoria. Sin embargo, son muchos los trabajadores que se aprovechan de estas bajas para fingir, utilizando falsos motivos, de modo que puedan obtener los beneficios de la baja.

Aunque este es un tema muy delicado, existen formas de demostrar la veracidad de estas enfermedades o lesiones que pueden llevar a una persona a solicitar la baja. Son las propias empresas las que pueden contratar a detectives privados para que investiguen estos casos y puedan arrojar algo de luz en una situación que, quizás, de primeras puede resultar dudosa.

Por este motivo, venimos a contarte en este artículo si se puede fingir una depresión para pedir la baja laboral o cómo se demuestra esta falsa baja laboral, explicándote cómo llevan a cabo su trabajo estos profesionales de la investigación y cuáles pueden ser las consecuencias de solicitar una baja cuando fingida.

¿Qué es una baja laboral falsa por depresión?

Cómo puedes imaginarte, aunque la baja laboral se considera un derecho fundamental de cualquier trabajador que le permite ausentarse de su trabajo durante cierto tiempo por una incapacidad, al hablar de las falsas bajas tenemos que atender a que este suceso se da en situaciones en las que el trabajador miente para obtener una baja. Y es que, como ya hemos mencionado, existen personas que hacen uso de este derecho para obtener ventajas, siendo la principal la de la posibilidad de seguir cobrando el sueldo sin tener que ejercer ningún tipo de trabajo.

El problema más significativo que se plantea a la hora de enfrentarnos a esta situación es que resulta bastante complejo para una empresa gestionar una baja fraudulenta, ya que en muchas ocasiones, si hablamos de personas que ya han podido sufrir previamente depresión u otras enfermedades mentales relacionadas, puede entenderse esta baja como una recaída y puede ser complicado negar su veracidad.

Es principalmente por este motivo que las empresas recurren a las investigaciones privadas para confirmar que la baja que está solicitando este empleado no es fingida y, por lo tanto, es real, ya que, por el contrario, la empresa se vería perjudicada al perder a un trabajador y el trabajador estaría incurriendo en una actitud desleal para con la empresa. 

¿Se puede fingir una depresión para pedir la baja del trabajo?

En relación con lo que estamos comentando, sí que es posible fingir una depresión para obtener la baja laboral y esto suele ocurrir más de lo que nos imaginamos. Hay muchas personas que se dedican a fingir enfermedades, imitando los síntomas, para que el médico les apruebe una baja laboral y ellos puedan enviársela a la empresa. La complicación es que hablamos de un tipo de enfermedad mental que no presenta señales visibles ni físicas, de modo que también es complejo determinar su falsedad.

Existen motivos que llevan algunos trabajadores incurrir en esta grave ofensa para la empresa y pueden ser, por ejemplo, la idea de obtener vacaciones adicionales, obtener un descanso en una época quizás complicada en la que no se sienten con ganas de trabajar, seguir cobrando el sueldo y, por lo tanto, beneficiarse de los ingresos sin acudir al trabajo o incluso aprovechar esta baja laboral para trabajar de forma paralela e ilegal en otro negocio o empresa.

¿Cómo demostrar una falsa baja laboral por depresión?

Con todo esto, claro, la pregunta más habitual es la de cómo se detecta un caso por falsa baja laboral y, sobre todo, cómo se demuestra. Tal y como ya hemos ido mencionando, es aquí donde entra la figura de un detective privado que se dedique a investigar al trabajador que ha solicitado esta baja laboral por depresión para confirmar o desmentir esta situación de incapacidad.

Sin embargo, hablamos de una situación delicada y, por lo tanto, la única forma legal de demostrar una baja laboral por depresión es la de contratar a profesionales del negocio y, en consecuencia, a detectives privados que cuenten con una acreditación legal y que tengan lo suficiente experiencia como para saber cómo proceder en este caso y cuyas pruebas se consideren válidas a ojos de la ley.

Un excelente ejemplo de una buena empresa de detectives privados es Dovertyque cuenta con más de veinte años de experiencia en los que lleva ofreciendo sus servicios en todo el territorio nacional y que, en el caso de que te encuentres en una situación de este estilo, podrá ayudarte a demostrar una falsa baja laboral por depresión. 

Si atendemos primero a los motivos de sospecha, existen ciertos indicios que pueden llevarnos a pensar que un empleado está fingiendo, como puede ser, por ejemplo, que se suceda de forma continuada este tipo de baja aprovechando la excusa de la recaída.

De nuevo, por el contrario, otro ejemplo que puede hacernos abrir los ojos es cuando un empleado nunca ha mostrado signos de esta enfermedad mental ni tampoco la ha comunicado en ningún momento y de pronto solícita una baja por esta causa. Asimismo, el descontento del solicitante con la empresa durante este proceso de baja puede evidenciar que el empleado está fingiendo y que simplemente busca desvincularse. 

¿Cómo investiga un detective una falsa baja laboral?

Ahora bien, sí nos centramos detenidamente en el proceso que lleva a cabo un detective privado para estudiar los movimientos de aquel trabajador que ha solicitado esta falsa baja, tenemos que mencionar la importancia de su profesionalidad a la hora efectuar este proceso de investigación. Más allá de eso, como ya hemos comentado, esta falsa baja por depresión es una de las más complejas de demostrar, puesto que no hay signos externos que nos puedan hacer creer ni la veracidad ni el fingimiento de este estado.

Aun así, la forma más habitual que utilizan los detectives privados para investigar es llevar un seguimiento del entorno cercano a las personas de este trabajador, llevar a cabo un control detallado sobre las actividades que lleva a cabo en su día a día, de modo que pueda detectar ciertas conductas atípicas que no encajen dentro del diagnóstico de la depresión, y llevar a cabo una inspección de su vida por redes sociales, que puedan indicar signos contrarios a este estado depresivo.

Todo esto nos puede llevar a encontrar pruebas que revelen la falsedad del testimonio del trabajador, como, por ejemplo, una fotografía en redes sociales que nos indique que está de viaje, que nos demos cuenta por su rutina de que se va a otra empresa a trabajar o simplemente que el trabajador tenga una actitud que no encaja en absoluto con la esperada de este tipo de diagnóstico.

Más allá de todo esto, investigar los motivos para solicitar la baja de este trabajador puede ayudarnos a detectar otras mentiras, ya que, por ejemplo, en el caso de que el detective privado puedan descubrir y corroborar que esta persona tiene dos sueldos aunque solo está dado de alta en un empleo ya tendremos también motivos para demostrar esta falsedad.

De la misma forma, sí este trabajador que finge la baja lo ha hecho de forma reiterada y por motivos de recaída, entonces la documentación va a ser importantísima para el detective, ya que este podrá determinar a través de estos eventos pasados si las bajas anteriores y esta rutina están siendo similares y si el trabajador está actuando de la misma forma o si, por el contrario, ha utilizado una baja antigua por depresión para fingir esta recaída.

Consecuencias de fingir la baja laboral

Con todo esto claro, tenemos que entender que todas las pruebas que recabe un detective privado son totalmente válidas y legítimas para llevarlas a un juicio y presentan las delante de un tribunal, en el caso en el que se pretenda demostrar esta mala fe contractual y un fraude hacia la empresa y hacia la Seguridad Social.

De esta forma, también podemos comprender que existen consecuencias por fingir una baja laboral, y es que el trabajador se compromete con la empresa a cumplir sus funciones y, en el caso, por ejemplo, de estar trabajando para dos empresas, incurrirá en un delito de competencia desleal, que por supuesto puede acarrear un despido disciplinario. 

También podríamos hablar de despidos procedentes si se puede demostrar este hecho del segundo empleo, o incluso del fingimiento general de la baja, donde podemos observar que un trabajador se ha ido de viaje o que ha estado haciendo su vida de forma completamente normal sin presentar ningún signo de depresión.

Asimismo, hablamos de que en el momento en el que todas estas pruebas justifiquen el fraude laboral, la ley ya no amparará al trabajador y, aunque se dictamina que el empleado debe conservar su puesto mientras está de baja, si un investigador demuestra que esta baja ha sido falsa la empresa está en todo su derecho de ponerle fin a este contrato.

Hay que hablar que las consecuencias de fingir una baja laboral no solo le afectan al empleado que ha llevado a cabo esta mentira, sino que también afectan directamente a la empresa, que se ha podido ver dañada por la ausencia de este individuo. Y es que durante el periodo en el que el trabajador se ausenta, este puede mermar la efectividad y el rendimiento del trabajo dentro de la empresa, por lo que hablamos de daños morales y económicos.