¿Has oído hablar de los roadmap? Si te interesaría realizar un roadmap de algún tipo de proyecto pero no tienes bien claro en qué consiste o cómo funciona te recomendamos que eches un vistazo a este texto porque aquí vamos a contarte qué es concretamente un roadmap, te explicaremos cómo puedes hacer un roadmap de cualquier proyecto y te mostraremos las claves concretas para conseguirlo de la mano de los mejores profesionales.
Qué es un roadmap
Un roadmap es una manera práctica y eficiente de organizar el desarrollo de un proyecto, idea de negocio, empresa, producto o servicio. Se basa en las indicaciones que se deberán seguir para lograr unas metas concretas en relación a un proyecto y puede darse tanto a corto plazo como de forma detallada con una gran proyección de muchos años.
Los roadmaps son también la forma en que los inversores, expertos, profesionales, y emprendedores pueden participar en un proyecto acordando las líneas a seguir y los procedimientos que se deben poner en marcha para valorar si de verdad vale la pena luchar por un proyecto.
Es por todas estas características que un roadmap no podrá ser nunca un documento estático que se elabora y vale para siempre sino que debe actualizarse de forma constante conforme se vayan cumpliendo objetivos o etapas y vayan surgiendo nuevas metas e ideas. Es importante que los líderes de los proyectos revisen de forma constante el roadmap añadiendo los nuevos resultados, definiendo nuevas funciones y elaborando nuevas pruebas para después poder dar cuenta de todas las novedades al resto del equipo.
Los Roadmap son por tanto mapas de ruta para los proyectos, una especie de líneas temporales que tratarán desde la idea más primaria hasta su objetivo último pasando por el desarrollo de todo el proyecto. Primero se define el proyecto, después deben indicarse las diferentes partes que se tendrán que trabajar incluyendo fechas concretas para poder tener un proyecto mucho más definido y coherente.
Cómo hacer un roadmap de un proyecto
Lo primero que se debe hacer para crear un roadmap de proyecto es elaborar un cronograma y compartirlo con el resto del equipo. Así todo el capital humano, inversores, colaboradores, etc. podrán añadir nuevas etapas o proponer ideas para dividir las tareas de forma mucho más eficiente. Es importante definir muy bien desde el principio los objetivos finales para poder caminar hacia ellos sin perdernos en los detalles.
Los modelos clásicos de roadmap dividen los proyectos por diferentes etapas, después por categorías y después por meses. Cuando se elaboran las etapas hay que contrastar con clientes y proveedores para que éstos aprueben los resultados.
Una idea interesante es usar algunos programas online o un plano de Excel para poner en un diagrama muy visual el Roadmap. Si preferimos hacerlo en papel lo mejor es ir elaborando el Roadmap en una pizarra usando rotuladores, colores y post-its. Es importante que se trata de un método eficiente para actualizarlo de forma sencilla sin tener que empezarlo de nuevo cada vez y que además permita comunicarlo al resto de implicados de forma sencilla y que éstos puedan colaborar también en su elaboración.
También es fundamental observar muy bien los resultados teniendo en cuenta cuáles son los que nos gustaría tener y cuando van a empezar a aparecer. Así, si el roadmap no se va cumpliendo habrá que incluir modificaciones para que el proyecto pueda seguir creciendo. Un roadmap debe permitir valorar si un proyecto tiene posibilidades reales de desarrollo a partir de una idea inicial. Asimismo, permite desarrollar el proyecto de forma mucho más sencilla al tenerlo todo estructurado y tener también los objetivos definidos.
A la hora de definir los objetivos que deben incluirse en el Roadmap se deben encontrar las necesidades a cubrir valorando el potencial mercado, la competencia y la forma de diferenciarse para aportar algo nuevo a los clientes. La representación gráfica debe ser siempre visual y estar elaborada de modo participativo para conseguir mejores resultados y poder implementar el Roadmap de forma sencilla valorando siempre las diferentes fases y los hitos que se van a incluir en el pan.
Una opción interesante pasa por hacer lluvias de ideas entre todos los miembros del equipo para poder encontrar soluciones y nuevas funcionalidades e ideas innovadoras para el proyecto que posteriormente se incluirán en el roadmap. Junto con las metas e ideas innovadoras hay que detallar las fases y las personas que participarán en cada etapa del desarrollo del proyecto.
Por último, cabe reseñar que resulta fundamental ser flexibles con la elaboración del Roadmap porque conforme el proyecto vaya evolucionando habrá que revisarlo muchas veces para lograr optimizar los procesos. El Roadmap es una herramienta práctica que deberá adaptarse a todos los cambios para conseguir crear un proyecto de calidad que pueda tener éxito en el mercado.
