¿Estás pensando en montar un restaurante? Este sueño es propio de las personas que suelen tener una especial vocación por la gastronomía y disfrutan con el sector de los servicios. Lo cierto es que este es un país excelente para hacerlo, pues la sociedad tiene un gran interés por el aspecto culinario y el turismo gastronómico está a la orden del día.
Por esas mismas razones también hay mucha competencia y los usuarios son bastante exigentes. Por lo tanto, si quieres abrir un negocio de este tipo con éxito, vas a tener que pensar en todo y cuidar cada parte del proceso.
La buena noticia es que hemos elaborado una pequeña guía para que sepas cómo montar un restaurante destinado a triunfar, ¡te ofrecemos todas las claves!
La idea de negocio y el estudio de mercado
Antes de lanzarse a la piscina es importante pararse a pensar para tener una idea clara del negocio que se va a iniciar. Esto significa pensar en qué tipo de restaurante quieres abrir, si te interesa un establecimiento de comida casera con ambiente familiar, algo vanguardista, de cocina fusión o, por ejemplo, de otra nacionalidad como puede ser un mexicano o italiano.
Es el punto de partida para analizar si existe un mercado concreto para lo que quieres hacer, cuál será tu público, tu competencia y la mejor zona para inaugurarlo. Todo esto asentará las bases para que, como mínimo, empiece con buen pie y no se convierta en una idea desafortunada y fuera de contexto.
El alquiler del establecimiento
Ahora que ya has analizado lo que quieres hacer y dónde tiene cabida, tendrás que buscar un local en alquiler que se encuentre en una zona apropiada para desarrollar tu idea. El establecimiento debe tener las dimensiones adecuadas para tu proyecto y, a ser posible, contar con instalaciones que encajen con un local de hostelería.
En este sentido, es más sencillo hacerse con un inmueble cuyo ejercicio anterior estuviera relacionado con el sector. Es por algo muy simple, pues contará con los espacios adecuados a la normativa para un restaurante, como la correspondiente salida de humos y la zona habilitada para instalar la cocina.
Debes comprobar la competencia directa que hay en esa ubicación. Como es lógico, puede ser una idea dudosa abrir un restaurante indio en una calle en la que ya hay dos más. También debes contar con que las dimensiones sean adecuadas, ya que un negocio más grande de lo que tienes en mente puede ser un arma de doble filo en cuestión de organización, gastos, etc.
La maquinaria y la equipación necesaria
El alma de un restaurante está en la cocina y este punto es uno de los más importantes. Contar con la equipación necesaria es lo que va a hacer que tu restaurante ofrezca un servicio realmente profesional, sea práctico a la hora de trabajar en el día a día, permita una buena planificación y ofrezca recetas de calidad recién hechas.
No nos referimos solo a que cuentes con herramientas profesionales para elaborar los platos porque estos “van a saber mejor”. La cuestión es más importante, y es que la maquinaria tendrá una relación directa con la capacidad de producción (el número de platos que se pueden realizar en un servicio), el almacenamiento, la agilidad con la que se trabaje y la comodidad con la que los cocineros puedan hacer su trabajo.
También es una cuestión de dinero. Tener frigoríficos industriales u hornos con la capacidad de mantener los alimentos a una buena temperatura te evitará desperdicios de comida y garantizará que todo permanece en buen estado. Lo ideal en este caso es optar por una empresa especializada en maquinaria para hostelería como esta: https://www.lahostelera.com/
La elaboración de la carta
La carta va a formar parte de la identidad del restaurante y también tendrá un papel muy importante respecto al tipo de público que vas a atraer a tu negocio. Hay dos puntos clave para que salga perfecta, una vez decidido el estilo culinario, y son los siguientes.
Las recetas
Es interesante que ofrezcas algo especial en la carta, y esto lo puedes hacer de muchas maneras. Por un lado, puedes ofrecer un plato estrella que solo se sirve en tu restaurante y que está muy bien elaborado. Por otro, puedes centrarte en el estilo, por ejemplo, una carta que solo tiene pequeñas tapas. En las recetas escogidas encontrarás el punto diferencial para atraer a los clientes.
La extensión
Lo ideal es que se trate de una propuesta algo variada para que diferentes tipos de personas encuentren algo de su gusto, o que los grupos de amigos tengan donde escoger según su criterio particular. Sin embargo, no es muy estratégico caer en el error de hacer una carta demasiado extensa que luego te cueste reproducir con buena calidad o que conlleve a tener demasiados ingredientes en la despensa. Encuentra el equilibrio y céntrate en los mejores productos.
El personal adecuado
Antes de abrir el restaurante tendrás que contratar a un equipo que se encargará de cocinar, atender la sala y demás. A la hora de escoger a las personas adecuadas, no basta con fijarse en su experiencia o en sus habilidades profesionales: también es importante que encajen con tu proyecto.
¿Qué significa esto? Pues que un camarero para un restaurante cercano, familiar y de comida casera tendrá un perfil diferente de aquel que está formado para servir en hoteles o grandes superficies. Lo mismo ocurre dentro de la cocina, pues un galardonado chef de cocina italiana no será lo ideal para un establecimiento especializado en paellas.
La identidad de la marca
Por último, te invitamos a que elabores bien tu identidad de marca y crees un poco de marketing alrededor de la propuesta. Esto no solo te ayudará en el crecimiento de tu negocio con el tiempo, también será vital para un buen arranque inicial.
Significa que debes pensar en los diseños y colores del restaurante, su forma de dirigirse al público, los logotipos, el tipo de música que vas a poner en el local y las redes sociales que quieres abrir para mostrarlo al público. Con todo esto, el negocio será redondo y estará perfectamente creado para triunfar.