Los servicios de comida a domicilio o para llevar son cada vez más comunes. El perfil de consumo ha cambiado mucho y, con él, también los servicios que deben dar los restaurantes o sitios de alimentación para adaptarse y sobrevivir a la demanda actual. Deben renovarse y, de ahí, este auge sin precedentes en el ámbito delivery.
Hace años, comer fuera era una forma de reunirse con otras personas, de hacer un plan diferente o vivir una experiencia gastronómica. Ahora se ha convertido en el hábito de muchas personas que no disponen de tiempo para cocinar por cuestiones laborales, o simplemente para esos momentos en los que nos da mucha pereza y preferimos degustar comida para llevar.
Por eso, cuidar hasta el último detalle es crucial a la hora de sobresalir y de ofrecer una calidad superior. El cliente de hoy se fija en todo, incluyendo el envase en el que van a trasladar su comida. ¿Es bonito?, ¿resulta útil?, ¿conserva bien los alimentos y vela por la imagen de la compañía?
Es muy complicado atender a todas estas exigencias a la vez. Por eso mismo queremos ofrecerte 10 consejos para triunfar con los envases y que sean una puesta en valor de tu oferta en alimentación.
1 El material y la resistencia
Lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de escoger un envase es el material del que estará compuesto y la resistencia que va a ofrecer. Por un lado, el material va a influir en los costes, la eficiencia, los formatos… En cantidad de aspectos. Además, es algo en lo que se fija el cliente actual y que asocia mucho con la filosofía de la marca, por ello es interesante apostar por opciones como los materiales reciclables o sostenibles, que tienen mejor acogida y transmiten el compromiso de tu negocio con el medioambiente.
A su vez, este material no puede ser endeble. La comida para llevar puede hacer un viaje muy corto (simplemente hasta la calle) o realizar largos trayectos en un medio de transporte hasta llegar al domicilio del comensal. Que se estropee por el camino debido a las temperaturas elevadas de la comida o a los líquidos que suelta es inconcebible.
2 Un diseño que sea eficiente
Los diseños de los envases de comida se pueden confundir con mucha facilidad, pues la mayoría de los establecimientos terminan por ofrecer una solución sencilla con un formato de fábrica que resulta meramente funcional.
Si te preocupas un poco de marcar la diferencia, seguro que llamas la atención de los clientes y te desmarcas de la propuesta de la competencia. Esto tiene relación con todo el trabajo de packaging en general, el formato, tamaño y accesorios.
3 Las condiciones de conservación que ofrece
No perdamos el foco de la realidad: los envases para la comida deben ser altamente eficientes en su cometido. La principal misión es que esta se conserve en perfecto estado mientras no es consumida, con las condiciones óptimas de higiene y de salubridad.
En este sentido, hay que fiarse en comprar recipientes con buenas cualidades y que, sobre todo, se adapten a los tipos de alimentos que se van a proporcionar. Algunos pueden necesitar conservar el calor, el frío, la consistencia o el aislamiento. No pases esto por alto si quieres triunfar y ofrecer un servicio más seguro para el usuario.
4 Al gusto de tu público
No hay nada más universal que comer, esto lo podemos tener todos muy claro. Sin embargo, los restaurantes o los negocios de comida para llevar no dejan de ser empresas que tienen su identidad y van a captar a un tipo de público en concreto.
Hay una diferencia sustancial entre un sitio de comida rápida o uno gourmet. El tipo de cliente, generalmente, va a ser de diferente edad, gusto, poder adquisitivo o con diversas necesidades. Por eso, hay que adecuar un envase a su gusto, de forma que se atraiga al tipo de comensal más adecuado.
5 La personalización de los envases
Una buena forma de atraer al público que está buscando y, de paso, promocionar la marca, es personalizar los recipientes. Con este método se hace branding y se puede mostrar un mensaje divertido, el logo de la marca o los colores más llamativos para captar la atención de otros posibles clientes.
Puedes encontrar envases de cartón personalizables en Servimark que te dejan hacer todo esto y, además, te dan productos que son reciclables y ofrecen una estupenda imagen de tu marca, como una empresa sostenible y con buenos valores.
6 El uso posterior
En cantidad de ocasiones, los envases van a ser usados directamente para el consumo. Un error habitual es no pensar en lo que va a hacer el usuario con ellos, precisamente, pues hay que dar por sentado que no tienen por qué contar con más herramientas para degustar el alimento que las que tu establecimiento ofrezca.
Tomar el alimento de manera directa debe ser sencillo y totalmente práctico. Si es necesario, habrá que introducir cubiertos, servilletas y todo tipo de utensilios. No podemos creer que van a tener una vajilla a su disposición: hay gente que lo come en el parque, en el transporte público o en el trabajo.
7 ¿Transparente o no?
Hay envases para comida que cubren por completo la visibilidad del plato y los hay que tienen alguna parte transparente. El cliente querrá saber lo que está comprando y el aspecto que tiene la comida, ¡eso no lo dudes! Y para ello hay dos opciones.
Por un lado, puedes apostar por los envases totalmente cerrados siempre y cuando los manjares estén al descubierto en un momento inicial y los puedan ver. Por otro, si los vas a servir directamente desde la cocina, la opción más atractiva es dejar alguna zona de escaparate en el recipiente que permita observar loo que hay en su interior para que puedan verificar que está en buen estado o que corresponde verdaderamente con lo que han pedido.
8 Comodidad en los traslados
Hemos mencionado en varias ocasiones el tema de los traslados en los envases de comida para llevar, y es que esta es la esencia de este tipo de recipientes. Por lo tanto, conviene reparar no solo en su resistencia o sus cualidades para conservar adecuadamente el alimento: también debe ser cómodo para los usuarios. Esto implica que sea lo suficientemente aislante como para no quemarse o que tenga asas para llevarlo con cierta facilidad.
9 ¿Qué dice de tu marca?
Algo que te debes preguntar a la hora de escoger el diseño o el formato de los envases es qué dice realmente de tu marca, qué imagen transmite al consumidor. Es algo que suele ir más allá de los colores, los logos o el aspecto.
Según el material, podemos transmitir que somos una marca responsable con la naturaleza o que apostamos por la innovación. El formato puede hablar de lo desechable y lo práctico, o del detalle y el elemento gourmet.
10 Prueba personal
Un último consejo para un envase de alimentación que realmente triunfe es hacer una prueba personal de cómo funciona. Basta con preparar la comida, introducirla, llevarla a casa y comprobar si es eficiente, te propone algún obstáculo o si queda algo soso a la hora de abrirlo. Vive la experiencia de un usuario para ponerte en su piel.