
Despedir a un trabajador nunca es una decisión sencilla, ni desde el punto de vista humano ni desde el legal. Si te encuentras ante esta situación, es fundamental actuar con firmeza, pero también con pleno conocimiento de la ley. Un error de forma o una justificación mal planteada puede convertir un despido en un conflicto legal costoso.
En esta guía te explicamos, de manera clara y precisa, todo lo que necesitas saber para realizar un despido legal y qué hacer si surgen conflictos. Con ella aprenderás a protegerte legalmente sin dejar de actuar con responsabilidad.
Tipos de despido y requisitos legales
En el marco legal español, existen tres tipos principales de despido, cada uno con sus propias causas y requisitos.
- El despido disciplinario se produce cuando el trabajador incurre en una falta grave, como ausencias injustificadas, indisciplina o abuso de confianza. No requiere indemnización, pero sí una justificación detallada y pruebas claras.
- El despido objetivo se basa en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. En este caso, es obligatorio comunicar el despido por escrito, con 15 días de preaviso y entregar una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
- El despido colectivo afecta a un número significativo de trabajadores en empresas de cierto tamaño y exige un procedimiento de negociación con los representantes de los trabajadores y una comunicación previa a la autoridad laboral.
Derechos del trabajador despedido
El trabajador despedido tiene una serie de derechos que deben respetarse estrictamente. Entre ellos se encuentra el derecho a recibir la carta de despido por escrito, en la que se indiquen de forma clara los motivos del cese. Si el despido no es disciplinario, tiene derecho a una indemnización económica, que debe entregarse junto a la carta o en el momento del finiquito.
Salvo en casos de despido disciplinario o falta grave, el trabajador debe recibir un preaviso mínimo de 15 días o, en su defecto, una compensación económica equivalente. También podrá acceder a la prestación por desempleo si cumple los requisitos, y dispone de 20 días hábiles para impugnar el despido ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) y, en última instancia, los tribunales.
Errores que invalidan un despido
Un despido puede ser declarado improcedente o nulo si se cometen errores de forma o si se vulneran derechos fundamentales del trabajador, nos aclaran los abogados expertos en asesoría jurídico laboral integral a empresas de Madrid de AbogadosDuran.
Por ejemplo, no entregar la carta de despido por escrito, no justificar adecuadamente las causas alegadas o no respetar el procedimiento previsto por la ley. También se considera nulo el despido si obedece a motivos discriminatorios (por género, orientación sexual, afiliación sindical, entre otros) o si afecta a trabajadores especialmente protegidos, como mujeres embarazadas o en situación de reducción de jornada por cuidado de hijos.
Un despido improcedente obliga al empresario a indemnizar al trabajador con 33 días por año trabajado (o 45 días si el contrato es anterior a febrero de 2012) o, si lo prefiere, readmitirlo en su puesto de trabajo con abono de los salarios dejados de percibir, nos explican los expertos abogados en asesoría jurídico laboral integral a empresas de Madrid de AbogadosDuran.
Cómo documentar adecuadamente un despido
La documentación es la mejor defensa ante posibles reclamaciones. Toda decisión de despido debe ir acompañada de una carta de despido clara, específica y detallada, que indique la fecha de efecto, los hechos concretos que lo motivan y la base legal correspondiente.
En el caso del despido disciplinario, es clave aportar pruebas suficientes, como correos electrónicos, testigos, informes o registros de asistencia. Si se trata de un despido objetivo, debe incluirse un informe económico o técnico que respalde la causa alegada. Es importante firmar el documento con acuse de recibo o, en caso de negativa del trabajador, acreditar la entrega por burofax o notificación fehaciente.
Asimismo, conviene preparar el finiquito con detalle, incluyendo todos los conceptos pendientes: salario, vacaciones no disfrutadas, pagas proporcionales y posibles indemnizaciones.
Qué hacer en caso de conflicto laboral tras el despido
Si tras el despido el trabajador presenta una reclamación, el primer paso obligatorio es acudir al SMAC, donde se celebra un acto de conciliación. En este procedimiento, ambas partes pueden llegar a un acuerdo económico para evitar un juicio. Si no hay acuerdo, el trabajador podrá presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social.
Durante este proceso, es esencial que la empresa cuente con una defensa sólida basada en documentación previa. En caso de que el juez declare el despido improcedente, la empresa podrá optar entre indemnizar o readmitir al trabajador. Si el despido es nulo, se estará obligado a readmitirlo en su puesto con todos los derechos.
Por ello, resulta fundamental actuar con previsión, documentar cada paso y, si es necesario, contar con asesoramiento jurídico laboral desde el inicio del proceso.